En 2017, la proporción de jóvenes de 18-24 años que abandonaron los estudios  se estima en 14%; por primera vez desde 2008, la cifra no mejoró en comparación con el año anterior. 

 

Estos numeros corresponden al informe del ISTAT relativo a los niveles de educación, en el que agregó que las diferencias territoriales en los que abandonan prematuramente la escuela son muy fuertes: 18.5% en el sur, 10.7% en el centro, 11.3% en el norte, y lo peor es que estos numeros no indican que esta tasa no variara positivamente

 

Es importante destacar que el porcentaje de personas entre 18-24 años que a lo sumo tienen una calificación secundaria inferior fuera del sistema de educación y capacitación, ha disminuido significativamente a través de los años segun lo certifica el ISTAT.   Del 19.6% en 2008 paso al 13.8% en 2016. En 2017, la cuota es del 14% (580 mil jóvenes) y, por primera vez desde 2008, no registra una mejora adicional. 

 

Este indicador es parte de la Estrategia de Educación de Europa 2020 que establece el objetivo para Europa en un 10%. En promedio, la UE está alcanzando el objetivo, lo mismo ocurre, entre los países más grandes de Europa, para el Reino Unido, mientras que Alemania ya lo ha logrado y Francia lo ha superado durante varios años. En Italia, el diferencial con respecto al valor promedio de la UE ha disminuido desde 2009, pero aún se mantiene en -3.4 puntos en 2017 (-4.9 puntos en 2008).

 

En Italia, si en el Centro-Norte la no continuación de los estudios va acompañada de un mayor número de jóvenes empleados, incluso con un bajo nivel de educación, en las regiones del sur los empleados salieron temprano de los estudios y son una minoría. No obstante, los beneficios en términos de lograr al menos un diploma de escuela secundaria son fuertes; el abandono escolar demuestra ser un obstáculo gravemente penalizador.

 

Finalmente, en una encuesta reciente de Istat muestra que las razones principales por las cuales los jóvenes, después de la escuela secundaria, deciden no continuar sus estudios o abandonar el camino de los estudios superiores realizados, no son solo la voluntad de trabajar sino también la dificultad y / o falta de interés en los estudios y, para los jóvenes extranjeros, también por razones familiares, para ser entendido en sentido amplio, o como un compromiso -responsabilidad hacia la familia, o como falta de apoyo o estímulo familiar.

 

En 2017, en Italia, se estima que el 60,9% de la población de 25-64 años tiene al menos una calificación educativa secundaria superior; valor distante de la media europea (77.5%). En particular, la baja proporción de bonos terciarios pesa sobre la diferencia: 18,7% en Italia y 31,4% en la media de la UE. 

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